El pepino, con su alto contenido de agua, ayuda a mantener el cuerpo bien hidratado, lo que es esencial para una piel suave, elástica y joven.

La acelga y el perejil, ricos en vitamina A y vitamina C respectivamente, contribuyen a mantener la salud de la piel al promover la producción de colágeno, proteger contra el daño causado por los radicales libres y apoyar la cicatrización de heridas.

La acelga y el perejil son excelentes fuentes de vitamina K, que desempeña un papel crucial en la salud ósea al promover la mineralización ósea y en la coagulación sanguínea al sintetizar proteínas necesarias para detener el sangrado en caso de lesiones.

Estos efectos se ven reforzados por la presencia de ácido fólico en la acelga y el perejil, que también juega un papel en la formación y reparación celular, incluyendo la formación de glóbulos rojos y la diferenciación celular.

La vitamina C presente en el perejil actúa como un potente antioxidante que fortalece el sistema inmunológico, protege contra el daño oxidativo y mejora la absorción de hierro, lo que es esencial para mantener la salud del sistema cardiovascular.

El ácido fólico presente en la acelga y el perejil también contribuye a la salud cardiovascular al reducir los niveles de homocisteína en la sangre, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.