Tanto el betacaroteno de la zanahoria como el contenido de agua del pepino contribuyen a su capacidad antioxidante, mientras que el gingerol y la zingerona del jengibre también poseen propiedades antioxidantes. Juntos, estos compuestos pueden ayudar a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, protegiendo las células del daño oxidativo y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con el estrés oxidativo, como enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y ciertos tipos de cáncer.

Tanto el gingerol como la zingerona son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias, que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Combinados con los betacarotenos de la zanahoria y los nutrientes hidratantes del pepino, estos compuestos pueden ayudar a aliviar afecciones inflamatorias crónicas como la artritis y mejorar la salud en general.

El jengibre, incluido el gingerol y la zingerona, tiene efectos beneficiosos sobre la salud digestiva, estimulando la producción de enzimas digestivas y mejorando la motilidad gastrointestinal. Esto se complementa con el alto contenido de agua y los nutrientes del pepino, que ayudan a mantener la hidratación y la salud del tracto digestivo. Además, los betacarotenos de la zanahoria pueden ayudar a proteger la mucosa gastrointestinal. En conjunto, estos compuestos promueven una digestión saludable y pueden aliviar síntomas como la indigestión y las náuseas.