Los compuestos antioxidantes presentes en la manzana verde, menta y pepino, como la vitamina C, la quercetina, la luteolina, el kaempferol y otros flavonoides, trabajan sinérgicamente para neutralizar los radicales libres y proteger las células del daño oxidativo. Esta acción antioxidante puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y ciertos tipos de cáncer, así como también a mejorar la salud de la piel y otros tejidos.

Los compuestos antiinflamatorios presentes en la combinación de manzana verde, menta y pepino, como la quercetina, la luteolina y otros flavonoides, pueden trabajar en conjunto para reducir la inflamación en el cuerpo. Esto puede ser beneficioso para aliviar los síntomas asociados con condiciones inflamatorias crónicas, como la artritis y la enfermedad inflamatoria intestinal, y promover una salud general mejorada.

Los componentes como la pectina presente en la manzana verde y los flavonoides de la menta y el pepino pueden contribuir a la salud digestiva de varias maneras. La pectina puede ayudar a alimentar bacterias beneficiosas en el intestino, reducir el colesterol y controlar los niveles de azúcar en la sangre. Además, los flavonoides pueden aliviar la inflamación en el tracto gastrointestinal y promover una digestión saludable. En conjunto, estos efectos pueden mejorar la salud digestiva y la regularidad intestinal.